El barco de Graham Walker se adjudica las tres pruebas de Mahón y se coloca líder destacado del circuito mediterráneo en la clase Época Cangreja. ‘Mariquita’ (Big Boats), ‘Sirius’ (Época Marconi), ‘Namib’ (Clásicos) y ‘Calima’ (Espíritu de Tradición) completan el cuadro de honor.
La Copa del Rey Panerai, organizada por el CM de Mahón y el RCN de Barcelona, cerró su 11 edición el domingo 31 de agosto con una regata en la que el Gregal (NE) no bajó de los 12 nudos. La llegada de la regata en el interior del puerto de la capital menorquina con viento del través puso el broche a una competición en la que han participado 46 veleros de ocho países. “La Copa del Rey es una de nuestras regatas favoritas”, explicaba Jonathan Greenwood, patrón del ‘Chinook’, ganador en la clase Época Cangreja y líder del Trofeo Panerai Classic Yachts Challenge en su versión mediterránea.
“Hemos vuelto a organizar una gran regata, con barcos muy importantes. Hacía ya algunos años que la meteo no nos dejaba completar el programa, por lo que estamos más satisfechos”, aseguraba Manuel Nadal, director técnico. “El comité ha hecho un trabajo excelente, tomando decisiones acertadas en momentos delicados, lo que ha permitido disputar tres pruebas, una por día”.
BIG BOATS: En Big Boats (más de 25 m de eslora), el ‘Mariquita’ (1911) se proclamaba campeón aunque su mayor rival, el monegasco ‘Moonbeam IV’ (1914), se adjudicaba con autoridad (13 minutos de ventaja en compensado) la última regata. Mikael Creach, patrón del barco que fue del príncipe Rainiero, advirtió ganaría la última prueba para terminar la Copa “con la cabeza alta” después de que el jurado le descalificará, a denuncia del ‘Mariquita’, por utilizar el motor para posicionarse en la pre-salida. Creach aceptó la decisión, “porque así es el deporte”.
El Mariquita, patroneado por el británico George Newman, es un imponente velero de la Fórmula 19 MI diseñado por William Fife y botado en 1911. Ganó la Copa del Rey Panerai en 2006 y fue segundo el año pasado, superado por la goleta Mariette (1915), que este año no ha competido.
ÉPOCA CANGREJA: El londinense ‘Chinook’ (1916), de Graham Walker, fue el mejor barco en la Copa del Rey. Sus tres primeros puestos, tanto en real como en compensado, dejan claro que este diseño de N.E. Herreshoff, de 18 m., no encuentra rival en el circuito. ‘Marigan’ (1898), el barco más antiguo de la flota y ganador del Circuito Mare Nosrtrum 2013 con su tripulación de familiares del armador y jóvenes de la vela ligera (la media de edad es de 17 años), tuvo que conformarse con la segunda plaza. El ‘Kelpie of Falmouth’ (1928), donde navega parte de la tripulación del Big Boat ‘Mariette’, subió al podio por la retirada del ‘Ilex’ (1899), de Germán Ruiz, por avería en la botavara.
ÉPOCA MARCONI: En Época Marconi, el Sirius venció en la última regata y se adjudicó la Copa del Rey con más holgura (3 puntos) de la que cabía esperar tras la segunda jornada, en que un sólo punto separaba este S&S de 1937 del italiano Paolo Zannoni, del ‘Enterprise’ (1939), que terminó en segunda posición, y del Skylark (1937), tercero. El ‘Sonata’ (1937), el barco diseñado por John G. Alden que Jordi Cabau rescató de un jardín en Palma de Mallorca para devolverlo a su estado original, quedó a dos puntos del podio que había saboreado antes de que una protesta presentada por el ‘Enterprise’ provocara la descalificación del ‘Manitou’ (1937) y un vuelco en la clasificación general.
CLÁSICOS: Disgusto entre los tripulantes del italiano ‘Bufeo Blanco’ (1963) por los 14 puntos de su su DNE (Disqualification Not Excludable) en la primera jornada por competir con un rating sin actualizar. Esto les impidió adjudicarse una victoria segura en la Copa del Rey, pues vencieron en la manga del sábado y fueron segundos en la última.
El ‘Namib’ (1967) de Pietro Bianchi, aprovechó esta circunstancia para proclamarse campeón de su primera Copa, seguido del ‘Yanira’ (1954), de Andres de León, del ‘Emeraude’ (1975), un German Frers de Vittorio Cavazzana. El ‘Alba’ (1956), de Damián Ribas, ganador de la edición del año pasado, acabó cuarto, aunque terminó ganando la tercera regata.
ESPÍRITU DE TRADICIÓN: Séptima victoria del S&S ‘Calima’ (1970), de Javier Pujol (CM de Mahón) En esta edición destacó su victoria en tiempo real de la primera jornada, en la que casi la mitad de la flota no pudo cruzar la línea de llegada dentro del tiempo límite. Lohegrin (1974), de Francisco Baquelaine, no tuvo ocasión de inquietar al campeón, aunque pasará a la historia de la regatas de clásicos del CIM por ser el primer Puma 34, en formar parte del circuito.
PROTAGONISTAS
George Newman (armador del Mariquita). «Ha sido una gran regata, con un poco más de viento del que nos hubiera gustado. Los desayunos en Mahón son los mejores de todo el circuito (risas). Lo que sí es realmente fantástico es la llegada en puerto, espectacular e inigualable. Mahón tiene reputación de mucho viento pero las condiciones de este año nos han acompañado y hemos podido ganar.
Jonathan Greenwood (armador Chinook). «Todas las victorias son inesperadas. Nunca sabes qué va pasar. Cuando llegamos a Mahón y vimos la flota con la que nos íbamos a enfrentaros supimos que sería una regata dura. Llegamos aquí con la intención de trabajar duro, nos gusta perseguir la excelencia en la navegación, y al final hemos podido recoger los frutos del esfuerzo realizado.Me siento cansado, hemos tenido tres días excelentes de regata y nos lo hemos pasado muy bien. Hemos conseguido navegar con soltura con las diferentes condiciones meteorológicas con las que nos hemos encontrado, por lo tanto estamos muy satisfechos con el trabajo realizado».
Andrea Zaoli (patrón del ‘Sirius’)
«Regata perfecta. Siempre hemos ido por delante de nuestros rivales a pesar de que las condiciones de viento les eran más favorables al ser más grandes. El año pasado quedamos sextos, estrenábamos tripulación y apenas conocíamos el barco. Se ha notado el rodaje del equipo».
Davide Mesana (patrón del ‘Namib’)
“Estoy muy contento, era la primera vez que veníamos a Mahón y volvemos a casa con la victoria. El trabajo del táctico Mauro Pelaschier ha sido decisivo para el éxito final. El nivel de la competición es altísimo y la organización merece un sobresaliente. ¿La clave de la victoria? Tener a bordo, siempre, el vino justo, bien sea blanco o tinto. Mahón es la ciudad más bonita que conozco. Me voy impresionado de este puerto”.
Javier Pujol (armador del Calima)
“Tenemos un barco muy rápido y una gran tripulación. Una de las claves del triunfo final ha sido que, en todas las pruebas, hicimos unas buenas salidas. Además, apenas cometimos errores y los que cometimos no tuvieron transcendencia. Siempre fuimos a nuestro aire y la cosa salió perfecta. Algunos de nosotros llevamos navegando juntos unos cuarenta y cinco años y eso se nota. Me gustaría destacar al joven proa, Agustí Lledó, hijo Emilio Lledó, que ha estado magnífico. Otra de las claves de nuestra victoria es que, en cada encalmada, cantamos el Virolai y la Virgen de Montserrat nos empuja”
(por: CM de Mahón, foto Martinez Studio)