Mini Transat: Fidel Turienzo 11º en Prototipos y primer español en Guadalupe

«Llegar aquí con el barco entero, sin haber roto nada, es un alivio, un sueño», explicaba Fidel Turienzo al cruzar la línea de llegada en Pointe-à-Pitre (Guadalupe) ayer lunes a las 19:47 horas (hora española). El regatista cántabro ha empleado 16:04:37 días de navegación desde Arrecife (Lanzarote). Su Mini 6.5 ‘Satanás’ es el 11º clasificado entre Proto y el primer español en cruzar la meta.

Fidel Turienzo ha recorrido una distancia total de 3.185 millas entre Arrecife y Guadalupe a una media de 8,20 nudos. Su ruta fue un poco más al norte que el resto de la flota. “He hecho mi regata –explicaba al llegar-. Salí mucho más conservador que los demás, con el Código 5, mientras los demás salieron con el spi medio. Mi objetivo era llegar, estar en la regata, pero los primeros días, con un palo nuevo, un solo día navegado, con todo el sistema nuevo, sabía que no podía arriesgar, tengo que acabar la regata. Tuvimos tres primeros días con mucho viento en la costa africana y durante esos tres días tenía que comprobar que todo iba bien y no romper nada.
Salí detrás de los demás, así que la única opción que tenía era trasluchar antes que ellos y hacer una ruta más norte, haciendo menos millas, pero con un riesgo de que el anticiclón me atrapase al tenerlo más cerca. Arriesgas, pero lo que no podía hacer era bajar hasta el mismo sitio que los demás, trasluchar detrás de ellos… Era imposible ganarles en velocidad».

Una buena segunda etapa…
«Después de la primera etapa estoy contentísimo, es una recompensa total. Llegar aquí con el barco entero, sin haber roto nada, es un alivio, un sueño. Ahora mismo el barco está listo para cruzar otra vez. Toda la obra que hice durante la escala en Lanzarote ha aguantado, es una recompensa, un triunfo muy importante para mi. He aprendido muchísimo en general y después de lo que pasó en la primera etapa, la regata para mi ya no era la misma. A mi siempre me gusta regatear, estar en el meollo, pero la realidad era otra, había que tener cuidado y llegar. No quería quedarme atrás, no quería quedarme en el camino».

«Satanás», un gran barco
«Es la segunda vez que este barco, el 304, hace la regata. Hace 14 años este barco era el mejor que había y cruzó la línea de llegada de la Mini Transat el primero, ahora es un barco más viejo, pero que ha peleado mucho y durante las regatas de la temporada ha ido muy bien. No se puede comparar a los nuevos, pero ha ido genial. Estoy muy contento de que el viejo Satanás esté aquí».

16 días en solitario…
«No he encontrado a nadie por el camino. En 16 días no he hablado con nadie. Pero eso no es lo peor para mi, eso lo llevo bastante bien, para mi lo peor son los momentos sin viento, ahí me vuelvo loco, pero por lo demás, ha sido una aventura genial. Hay momentos más duros que otros y no siempre es fácil navegar en solitario, pero lo he disfrutado muchísimo».

La Mini Transat y yo
«Para mí, llegar supone lograr un objetivo en el que he trabajado desde hace años, pero sobre todo desde 2013, cuando compré el barco y empezó todo esto. He ido poco a poco, pasito a pasito, pero consiguiendo mis objetivos. He trabajado mucho y le he puesto mucho empeño y ya estoy aquí, no hay mejor recompensa que esta. Ahora solo queda descansar y disfrutar».

¿Volverás?
«Si, me encantaría volver a hacer la Mini Transat, pero con un barco más potente, para hacer una mejor regata. Es una aventura impresionante y me ha encantado. Volver, volvería, tal vez no mañana ni pasado, pero me encantaría volver en un futuro».

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Martes, 17 noviembre 2015
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